Se han tomado una serie de medidas para beneficiar a reducir costes para el invierno en la medida de lo posible. Por ello, se pretende que la nueva tarifa beneficie a 1,7 millones de hogares en España y obligará a las viviendas a instalar contadores y repartidores de costes individualizados.
Según el Gobierno hay 1,7 millones de hogares en España que están en una situación similar. Para evitar un ascenso de los costes, el Gobierno aprobó el Plan Más Seguridad Energética. El paquete de 3.000 millones aspira a reducir la factura de las comunidades de vecinos con calderas comunitarias hasta diciembre de 2023.
El Gobierno estableció así una nueva Tarifa de Último Recurso (TUR) que solo aplica a aquellos edificios con una caldera de gas natural centralizada.
El plan aprobado el martes hará posible que estos hogares, que superan los 50.000KWh de consumo, puedan beneficiarse de los precios suministrados a los minoristas.
Uno de los primeros requisitos que se deben cumplir es que las comunidades tengan calderas de gas natural centralizadas. Además, tiene que estar libre de deudas con su comercializadora, aunque si hay reclamaciones interpuestas no se tendrán en consideración para solicitar la tarifa. También deberán tener instalados contadores individuales de calefacción o repartidores de costes, siempre que sea viable técnicamente. Por último, hay que tener al día y aprobada la inspección de eficiencia energética.
Por otro lado, aunque algunas empresas de gestión energética aseguran que hay formas de cortar el suministro a aquellos vecinos que no paguen, se afirma que «legalmente, nadie puede quedarse sin calentar la casa en invierno por no pagar las cuotas». Ya que cortarle la luz y el agua a una vivienda por parte de la comunidad «se considera delito de coacción».
Fuente«Cinco días»