Este 1 de enero, ha comenzado la nueva metodología de cálculo de la tarifa regulada de la electricidad, conocida como Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). El objetivo es aportar más estabilidad a las facturas de los cerca de 8,6 millones de consumidores acogidos a ella.
Fue aprobada el pasado junio por el Gobierno, la reforma fija un marco transitorio por el cual el peso de la señal a plazo se incrementará entre 2024 y 2026, y acota esta tarifa a hogares y micropymes, si bien las comunidades de vecinos que cumplan con los requisitos de tensión y potencia podrán seguir beneficiándose de ella.
¿En qué consiste la reforma?
La reconfiguración de esta tarifa regulada, que aspira a reforzarla protección de los pequeños consumidores frente a la volatilidad de los mercados energéticos, incorporará parcialmente las señales de precio a largo plazo. La señal a plazo se incrementará en 2025, cuando supondrá un 40%, en tanto que en 2026 llegará al 55%.
En cualquier caso, la nueva metodología preservará la señal de precios horarios al mantener el diferencial resultante de la casación del mercado diario, lo que contribuirá a fomentar patrones de consumo eficientes para aprovechar las horas más baratas.
¿Qué consumidores pueden beneficiarse?
Los consumidores que pueden acogerse a esta tarifa regulada son tanto personas físicas como microempresas que tengan contratada una potencia igual o inferior a 10 kilovatios (kW), cuando certifiquen su condición con una declaración responsable.
Fuente «Cincodías»