Ante una obra o renovación, siempre nos surge la misma duda: ¿Pueden los obreros utilizar las zonas comunes para dejar materiales? Este asunto, puede tener implicaciones importantes en términos de responsabilidad legal, seguridad y convivencia.
La Ley de Propiedad Horizontal, que regula la convivencia en las comunidades de propietarios en España, no especifica explícitamente las condiciones en que se pueden utilizar las zonas comunes para tareas que implican actos obra. Sin embargo, deja constancia que los propietarios deben evitar cualquier daño o molestia a sus vecinos. En este caso, la ocupación de las zonas comunes para almacenar podría ser considerada una infracción si interfiere con el uso habitual de estas zonas o si conlleva un riesgo para la seguridad.
La seguridad es lo primero, es una preocupación primordial en cualquier obra que se lleve a cabo. El almacenamiento inadecuado de materiales en las zonas comunes puede ser un peligro para los residentes, especialmente niños y las personas mayores. Asimismo, el corte de materiales en estos espacios puede afectar a la calidad de vida de los vecinos.
Comunicación y consenso
En caso de que sea necesario llevar a cabo estas acciones y que sea necesario utilizar las zonas comunes para la obra, es esencial mantener una comunicación fluida con la comunidad de vecinos y siempre buscar su consentimiento y llegar a un acuerdo. Puede ser otorgado a través de una votación en una junta de propietarios. Es importante tener en cuenta que la aprobación podría implicar condiciones para minimizar las molestias y garantizar la seguridad.
Aunque la ley como tal, no lo prohíbe explícitamente, los expertos recomiendan evitar el uso de las zonas comunes para el almacenamiento , a menos que sea estrictamente necesario y siempre con el permiso de la comunidad. Es preferible utilizar espacios designados para estas tareas, como un contenedor de escombros o un área de trabajo protegida, para garantizar tanto la seguridad como la tranquilidad de todos los residentes de la comunidad.
La utilización de las zonas comunes para estos actos, puede ser una de las fuentes principales de conflictos y riesgos. Aunque la ley no lo prohíbe explícitamente, apela al deber de los propietarios de evitar molestias y garantizar la seguridad. En última instancia, la decisión deberá ser tomada en consenso con la comunidad de vecinos, priorizando siempre el bienestar y la seguridad de todos los residentes.
Fuente «La Información«