Una reciente sentencia del Tribunal Supremo confirma la obligación de retirar el cerramiento de una terraza pese a que contaba con licencia municipal. El motivo: rompía la uniformidad estética del conjunto y contravenía las normas internas. El mensaje es claro: la autorización urbanística no te blinda frente a las reglas de la comunidad.
Claves jurídicas que recuerda el Supremo
La licencia urbanística no sustituye al permiso comunitario: habilita frente a la Administración, pero no exonera del cumplimiento de estatutos y reglamento de régimen interior.
Los límites de la propiedad en complejos residenciales obligan a respetar la armonía del conjunto: no puede ejercerse un derecho privativo en perjuicio de otros propietarios (uniformidad de fachadas, materiales, colorimetría).
La estética y las vistas son intereses protegidos: cerramientos, cambios de carpinterías o de barandillas pueden afectar a la apariencia global y legitimar la oposición de la comunidad.
El reglamento interno vale: si prohíbe cerramientos o fija modelos y colores, esa norma es exigible mientras no contradiga la ley.
Antes de reformar: checklist SYM para hacerlo bien
Revisa estatutos y reglamento: busca cláusulas sobre fachada, cerramientos, toldos, barbacoas, carpinterías o colores.
Pide informe técnico: memoria, planos y visualización del impacto en la uniformidad para que la junta decida con criterio.
Solicita acuerdo en junta: incluye un punto específico y define condiciones homogéneas (modelo, color, perfilería, anclajes, mantenimiento).
Tramita la licencia municipal además del permiso de la comunidad: son vías distintas y complementarias.
Cumple lo aprobado: ejecuta exactamente lo autorizado para evitar impugnaciones o exigencias de restitución.
Si la obra ya está hecha y hay conflicto
Para la comunidad: requerimiento de reposición a estado original si la obra vulnera estatutos o la estética común, aun con licencia municipal. Puede ejercitarse la acción correspondiente y solicitar la retirada.
Para el propietario: valorar alternativas menos invasivas, proponer una regularización con condiciones homogéneas y soporte técnico, o someter una nueva propuesta a la junta. Sin acuerdo válido, persiste el riesgo de desmontaje y costes.
Consejos rápidos para presidentes y administradores
Tipificar los elementos visibles en el reglamento (cerramientos, barandillas, carpinterías, toldos) con modelos y colores permitidos para todo el edificio.
Exigir siempre documentación técnica y compromiso de tramitar licencia y reponer si la obra no se ajusta a lo aprobado.
Comunicar en convocatorias y actas que la licencia municipal no sustituye al permiso de la comunidad, evitando equívocos habituales.
Homogeneizar criterios: si se autoriza un modelo, dejarlo por escrito para futuras solicitudes y prevenir “efecto mosaico”.
Si tu reforma altera la estética, no basta con la licencia del Ayuntamiento: necesitas un acuerdo comunitario que respete estatutos y uniformidad. Anticípate con informe técnico, votación clara y condiciones homogéneas. En SYM (Soluciones y Mediaciones) te ayudamos a encajar tu proyecto en la LPH, preparar la junta, verificar mayorías y licencias y mediar para evitar litigios.
Fuente Idealista