Los vehículos deben estacionarse en las plazas de aparcamiento destinadas a tal fin.
Para evitar este tipo de acciones en las que se causan molestias al resto de los usuarios del garaje, la comunidad puede aprobar una norma de régimen interno que lo prohíba mediante un acuerdo adoptado al respecto por mayoría simple.
Si pese a esta norma, el propietario persiste en su conducta, deberá ser notificado de forma fehaciente para que deje de estacionar su vehículo en zona común.
En caso de que no atiendan a dicho requerimiento, la comunidad podrá adoptar el acuerdo de acudir a la vía judicial por mayoría simple para lo que se recomienda aportar como prueba documental fotografías, grabaciones o cualquier otro soporte que demuestre el uso inapropiado de dicha zona.
Como medida alternativa a la vía judicial, se puede aprobar la instalación de bolardos u horquillas.