Según un informe reciente de Moody’s la ciudad de Madrid es la capital europea más atractiva para invertir en vivienda. Ahora es la única capital en que las viviendas son más accesibles que en 2007, antes de la crisis. Si antes se necesitaban 18 años de ingresos de media para poder tener una casa, ahora con 13 años de ingresos ya basta.
El diario económico Expansión recoge en un artículo reciente los resultados del estudio que ha realizado Moody’s. Aunque ahora mismo el precio de la vivienda es un 42% más cara que los mínimos alcanzados durante la crisis, Madrid es la capital europea más asequible para invertir en vivienda.
«Madrid es la excepción donde la vivienda es ahora más asequible que en 2005», apunta Moody’s en su informe. Esto, sumado a que el valor medio de los pisos en la capital española se sitúa por debajo de los de París, Londres, Ámsterdam o Milán, sitúa a Madrid en una posición privilegiada para la inversión en un entorno de bajos tipos de interés. No así para la compra de primera vivienda, debido al estancamiento de los salarios.
Vamos a los años de ingresos necesarios para comprar una vivienda: en París, por ejemplo, en 2010 había que destinar 17,7 años de ingresos íntegros para comprar un piso. Ahora hacen falta 18,3 años. En Ámsterdam, la ciudad donde el precio de los pisos se ha disparado desde 2016, el tiempo necesario para pagar una vivienda se ha incrementado en seis años, hasta los 21,9 años.
«En algunas de las grandes ciudades europeas, las subidas de la vivienda han superado las experimentadas en la media nacional desde 2012 gracias a la recuperación de la recesión de 2007-2008», señala el informe. En Madrid el número de años para adquirir una propiedad se ha incrementado muy rápidamente en los últimos dos años, debido al encarecimiento del precio de la vivienda, que ha crecido por encima de los salarios. Pero la razón por la que la capital española está comparativamente en niveles inferiores al resto de núcleos europeos se debe, según explica Conde, «a que no partimos de los mismos niveles».
Durante los años de la burbuja, los precios llegaron a máximos históricos que hoy se antojan lejanos. En Madrid, por ejemplo, la vivienda es todavía un 15% más barata que antes de la crisis. Y aunque la creación de empleo y los bajos tipos de interés continuarán favoreciendo un aumento de la demanda; la escasez de oferta en las áreas más cotizadas y la nula evolución de salarios limitarán el acceso a la misma. Como resultado, los pisos continuarán encareciéndose, «pero de forma más moderada», apunta Miguel Ángel López Patrón, vicepresidente adjunto de Moody’s. La agencia crediticia prevé una subida del 3% en 2019 y en una horquilla del 2%-3% en los próximos tres años.
Vivienda más barata, pero salarios más bajos
Si se compara el precio actual de la vivienda en Madrid, a cierre de 2018, con el de otras capitales europeas, también se llega a la conclusión de que Madrid es más barata para adquirir un piso. Un piso de 70 metros cuadrados (tipología media, según Moody’s) en Londres asciende a 651.000 euros, lo que convierte a la capital de Inglaterra en la más cara de Europa. Le siguen París, con un precio medio de 473.000 euros; Ámsterdam (423.000 euros); Milán (345.000 euros); Dublín (336.000 euros) y Madrid (238.000 euros). Pero los compradores de vivienda en Madrid también son los que tienen un salario más bajo, 41.000 euros anuales (calculados como ingresos anuales por hogar), frente a los 132.000 euros de París.
Esa brecha entre precio e ingresos está produciendo desequilibrios de los que Moody’s advierte, como el hecho de que el valor de las nuevas hipotecas concedidas, respecto al precio de los pisos, se sitúa en máximos históricos, mientras que el ahorro de las familias está cayendo. «Esto las hace mucho más vulnerables en caso de shocks económicos», advierte López Patrón.