Algunas comunidades de propietarios tienen instalado actualmente servicios de vigilancia remota. Se instala como consecuencia de diversos problemas que ocurren en general en las comunidades y con el fin fundamental de facilitar la convivencia entre vecinos.
Este tipo de vigilancia remota es capaz de estar presente las 24 horas del día y presenciar todo lo que está ocurriendo en todo momento. Sustituyendo la función del portero tradicional. Este mecanismo es capaz de desde una central, verificar y monitorizar los diferentes puntos de acceso del portal de manera simultánea.
Estos tótems son capaces de activar una sirena y alertar al resto de vecinos o iniciar un operativo de aviso a un vigilante motorizado, a la policía, los bomberos o ambulancias si ocurre algún problema o accidente dentro de los espacios comunes.
De precio variable según el número de cámaras instaladas, todas las personas pueden comunicarse de manera sencilla y en tiempo real con los vigilantes a través de la pantalla y mediante el micrófono que incorpora.
Fuente: «El País«