El verano es una de las épocas del año en la que más obras de rehabilitación y reformas se acometen en las viviendas y en las comunidades de propietarios.
Ya que, durante los meses estivales residen menos personas en el inmueble. Por ello, se evitan perjuicios y molestias a los vecinos derivadas de los ruidos, escombros, etc.
Los permisos y licencias necesarias son:
La ordenanza municipal de tramitación de licencias de cada localidad establece cuáles son las actuaciones o intervenciones en el edificio que están sujetas a licencia, dependiendo de la entidad de la obra.
La autorización por parte de los Ayuntamientos es rigurosa a nivel dependiendo del tipo de obra y nivel de protección del edificio.
Fundamentalmente para reformas que afectan un elemento común como son las fachadas (abrir una ventana nueva o modificar su tamaño), los elementos estructurales, terrazas, balcones, patios, las paredes que lindan con el vestíbulo (cambiar de lugar la puerta de entrada) o cualquier instalación.
También, son necesarias las licencias de obra mayor cuando se trata de reformas que aumentan la superficie inicial de la vivienda.
Por otro lado, en caso de que la comunidad no tenga prohibido un cambio en el uso del inmueble, debe tramitarse ante el Ayuntamiento tanto una solicitud de cambio de uso, como una licencia de obras mayor para acometer la reforma necesaria.
Debe presentarse un proyecto técnico que justifique que la nueva vivienda cumple con las exigencias higiénicas, de seguridad, dimensionales, de ventilación e iluminación, etc., impuestas tanto por CTE como por la Normativa Urbanística.
Fuente«Ciudad y comunidad»