Abajo otro tópico: «Lo último que dejan de pagar los españoles es la hipoteca». Por primera vez desde que hay estadísticas, la morosidad hipotecaria de las familias españolas supera el 5%, el 5,04%, concretamente, más de un punto que tres meses antes, según datos del Banco de España y el doble que hace dos.
Hasta 2006, las hipotecas se pagaban sí o sí, y las familias asumían ratios de morosidad marginales cercanos al 0,4%. Sólo a partir de 2008 superó el 1%. Pero, desde hace tres años, el Banco de España refleja un aumento casi exponencial de hipotecas en riesgo de impago. En junio de 2011, el ratio se situaba en el 2,5%, y el año pasado en el 3,22%, unas cifras que los expertos y la Asociación Hipotecaria Española (AHE), aún consideraban «asumibles».
Antes de considerar un crédito como dudoso, los bancos exploran todas las posibilidades, pues la morosidad les penaliza en Bolsa. A efectos estadísticos, las entidades consideran «dudoso» un crédito hipotecario que falta a sus obligaciones de pago durante 3 cuotas consecutivas ó 3 meses.
El dato es más que preocupante porque, además, el negocio hipotecario decrece desde hace más de un lustro. En junio de 2013, las familias debían a las entidades financieras 582.887 millones de euros como hipotecas (26.170 menos que hace tres años). A esta cifra hay que añadir otros 11.042 millones de euros en créditos no hipotecarios prestados por los bancos prestados también para la adquisición de vivienda y otros 24.734 para acometer reformas en viviendas, hasta un total de 618.000 millones. En conjunto, la dudosidad de estos créditos alcanza el 5,16%, es decir casi 32.000 millones.
Los promotores tampoco llegan
Además, según las cifras provisionales publicadas por el Banco de España al cierre de la primera mitad de año, la morosidad del sector promotor superó el 31%.
En un año, las inmobiliarias han rebajado su deuda en 88.000 millones (-30,8%), hasta los 198.431 millones, pero parte de esta rebaja se debe a que prte de la deuda se ha convertido en activos adjudicados bancarios, es decir, ha cambiado de asiento contable en los balances bancarios. De esos créditos a promotores que siguen ‘vivos’, a final de junio había 61.759 millones (-21,5%) considerados ‘dudosos’, es decir, en alto riesgo de impago.
Los créditos considerados ‘dudosos’ por los bancos a familias y constructores son la antesala del embargo -la ejecución hipotecaria y el desahucio- o la dación en pago (en el caso de los promotores) y la vía natural de engorde de las carteras inmobiliarias de los bancos. En el segundo trimestre del año, todos ellos salvo el Santander han visto cómo se elevaba esta partida de su balance.
Foto vía: Antonio Tajuelo vía photopin cc | Noticia vía: elmundo.es