Al finalizar un contrato de alquiler, es fundamental que inquilino y propietario formalicen un acuerdo que no solo establezca la terminación del arrendamiento, sino que también garantice el cumplimiento de todas las obligaciones pendientes. Este artículo describe los pasos necesarios para cerrar un contrato de alquiler de manera adecuada en 2024.
Cuando se da por terminado un contrato de arrendamiento, existen dos modelos principales para gestionar esta situación:
- Finalización por mutuo acuerdo: Este modelo es el más recomendable, ya que implica que tanto el inquilino como el propietario están de acuerdo en que el contrato ha concluido. En este caso, se establece una liquidación que asegura que no queden deudas pendientes, como el pago de rentas o servicios. El propietario revisa el estado de la vivienda para asegurarse de que se encuentra en buenas condiciones, y una vez confirmado, procede a devolver la fianza al inquilino. Este enfoque permite cerrar el contrato de forma amistosa y sin conflictos.
- Terminación unilateral: Este modelo suele ser menos amigable y ocurre cuando una de las partes, generalmente el propietario, decide finalizar el contrato sin el consentimiento del inquilino. Las razones pueden incluir el incumplimiento de obligaciones contractuales por parte del inquilino, como el impago de la renta o daños significativos en la propiedad. En estos casos, el propietario puede optar por retener la fianza como compensación. Aunque este modelo está respaldado por la ley, puede generar desacuerdos que podrían requerir la intervención de profesionales legales.
Las consecuencias de la rescisión del contrato dependen del tipo de acuerdo establecido y se pueden resumir de la siguiente manera:
Para los propietarios:
- Recuperación del inmueble: Se establece cuándo el propietario puede recuperar la posesión de la propiedad.
- Estado del inmueble: Se documenta el estado de la propiedad al ser devuelta, identificando posibles daños que necesiten reparación.
- Obligaciones pendientes: Se registran deudas o pagos que el inquilino aún debe cumplir, como recibos o indemnizaciones.
- Retención de la fianza: El propietario tiene el derecho de retener total o parcialmente la fianza para cubrir daños o deudas.
Para los inquilinos:
- Cese de obligaciones: Una vez firmado el acuerdo, el inquilino ya no tiene que pagar la renta ni cumplir con otras obligaciones.
- Condiciones de devolución: Es crucial documentar el estado del inmueble al devolverlo y acordar cualquier desperfecto.
- Obligaciones del propietario: Se detallan las obligaciones que el propietario debe cumplir, asegurando los derechos del inquilino.
- Devolución de la fianza: Se establecen los mecanismos para devolver la fianza, si corresponde.
Cómo comunicar la finalización de un contrato de alquiler
Cuando un contrato de alquiler llega a su fin, es fundamental que la parte que no desea continuar notifique a la otra. Esto también aplica si alguna de las partes quiere terminar el contrato antes de la fecha acordada. Para que la comunicación sea efectiva, se recomienda realizarla por escrito y de forma fehaciente, utilizando un burofax. Este método garantiza que quien desee finalizar el arrendamiento tenga evidencia de que notificó a la otra parte su intención de concluir el contrato.
¿Cuándo se puede rescindir un contrato de arrendamiento?
Aunque la duración de un contrato de alquiler está regulada, hay situaciones en las que tanto el propietario como el inquilino pueden finalizarlo antes de la fecha acordada. Según el artículo 11 de la Ley de Arrendamientos Urbanos, el inquilino puede desistir del contrato en cualquier momento, siempre que hayan pasado al menos seis meses desde su firma, y debe avisar al propietario con un preaviso de 30 días. Sin embargo, los contratos a menudo incluyen cláusulas que requieren que el inquilino compense al propietario con una mensualidad por cada año restante si decide terminar el contrato anticipadamente.
El propietario, por su parte, puede recuperar la vivienda antes de que finalice el contrato en casos excepcionales, como cuando necesita la propiedad para su uso personal o para familiares, según lo estipulado en el artículo 9.3 de la Ley de Arrendamientos Urbanos. Además, el contrato puede rescindirse si alguna de las partes incumple lo pactado, como impagos o daños a la propiedad.
Cómo finalizar un contrato de arrendamiento
La notificación para dar por terminado un contrato debe incluir los motivos para la rescisión (como impagos o daños), las fechas de finalización y desalojo (al menos 20 días después de la notificación), y los datos de contacto de ambas partes. Esta notificación debe enviarse por correo certificado al domicilio del inquilino. Si el inquilino no recoge el aviso, el propietario puede usarlo como prueba de que realizó la notificación correctamente en un tribunal, por lo que es importante conservar una copia. Si el inquilino no desocupa la propiedad en la fecha indicada, este documento servirá para respaldar una solicitud de intervención judicial.
Fuente «Idealista»