Recientemente, el uso de locales comerciales como viviendas ha cobrado mucha popularidad, sobre todo en ciudades grandes donde el acceso a la vivienda es complicado. No obstante, esta tendencia plantea ciertas dudas legales y urbanísticas que muchas personas desconocen.
Antes de optar por alquilar un local con fines residenciales, es crucial conocer la normativa aplicable, ya que no todos los espacios comerciales cumplen con los requisitos para ser habitables. A continuación, aclaramos estas dudas con base en la legislación vigente.
¿Es legal vivir en un local comercial?
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) distingue entre dos tipos de contratos de alquiler:
- Alquiler de vivienda habitual: Este contrato es exclusivo para espacios destinados a residencia permanente, aplicando también a trasteros, garajes y otros elementos complementarios cedidos con la vivienda.
- Alquiler para otros usos: Este contrato cubre el alquiler de espacios no residenciales, como locales comerciales, para actividades comerciales, recreativas o temporales.
En resumen, aunque se puede alquilar un local, usarlo como vivienda exige cumplir con ciertas normativas, ya que no todos están habilitados para ello.
¿Cómo alquilar un local para vivir?
Para alquilar un local como vivienda, es imprescindible obtener la licencia de primera ocupación o la cédula de habitabilidad, lo cual requiere cambiar oficialmente el uso del espacio de comercial a residencial.
La cédula de habitabilidad acredita que el espacio cumple con los requisitos mínimos para ser habitable, aunque estos varían en cada comunidad autónoma. Además, esta certificación es necesaria para dar de alta servicios esenciales, como electricidad y agua, y permite también registrarse en el padrón municipal en esa dirección.
Pasos para habilitar un local como vivienda y alquilarlo
Para convertir un local en una vivienda lista para alquilar, se deben realizar los siguientes pasos:
- Encargar a un técnico un estudio de viabilidad para evaluar el proyecto.
- Presentar una solicitud al ayuntamiento para aprobar la viabilidad del cambio de uso.
- Solicitar y obtener la licencia de cambio de uso.
- Realizar las reformas necesarias para adaptar el local a las condiciones de habitabilidad.
- Gestionar la licencia de primera utilización (similar a la de primera ocupación) y obtener la cédula de habitabilidad.
- Formalizar el cambio de uso en el Registro de la Propiedad.
¿Qué consecuencias tiene alquilar una oficina como vivienda?
Si cuentas con todas las licencias pertinentes, no deberías tener inconvenientes. Sin embargo, si decides alquilar una oficina o un local comercial que no ha sido formalmente convertido para uso residencial, podrías enfrentarte a serias sanciones.
Alquilar un inmueble que carece de cédula de habitabilidad para su uso como vivienda puede acarrear multas de hasta 90.000 euros. Además, el riesgo de ser descubierto es alto. Las autoridades pueden recibir alertas sobre esta situación a través de quejas de vecinos o por intentos de empadronamiento por parte de los inquilinos, lo que podría revelar que se está utilizando el local de manera ilegal. Es importante considerar estas posibles consecuencias antes de proceder con el alquiler.
Fuente «Idealista»