La cifra de compradores de vivienda de la red Alfa Inmobiliaria, que sean menores de 35 años, no alcanza el 15%. Esta es la conclusión a la que ha llegado un análisis interno elaborado por la red inmobiliaria.
Esta cifra es inferior en un 8,5% a la que exisistía antes de la crisis de 2008, cuando la compañía cifraba en 23% el número de jóvenes compradores. Además, este perfil se concentra, en un 80%, en las grandes ciudades españolas: Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, etc. “El problema de la vivienda en España es un mal endémico, y cada vez mayor, al que no se le ha puesto nunca solución” afirma Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria.
Los jóvenes españoles se independizan, de media y según los datos publicados por Eurostat, a los 30 años, 5 años después que nuestros países vecinos. Pero hay países de nuestro entorno (Dinamarca, Suecia, Luxemburgo o Finlandia) donde los jóvenes se emancipa mucho antes, cerca de los 20 años.
Ayudas económicas
Según Duque, la razón es muy sencilla. “En muchos países europeos existen ayudas estatales para favorecer su emancipación, pues la sociedad ve como un problema común el que los jóvenes no tengan ayudas para iniciar su proyecto de vida y tomar las riendas de su futuro. A la larga, esto va poco a poco mellando su autoestima y, me atrevería a decir que seguramente sea una de las principales causas de enfermedades mentales de las personas con edades comprendidas entre los 25 y 35 años” asegura.
En opinión de este experto, la raíz del problema se encuentra en la fragilidad de nuestro mercado laboral, en la escasa capacidad de ahorro, imprescindible para el acceso a la financiación hipotecaria, y en la falta de ayudas públicas. De ahí el auge del alquiler en los últimos años y también de sus precios.
Frente a esa situación, Duque solicita a las administraciones ayudas financieras y fiscales, el fomento de la vivienda de protección oficial, y seguridad jurídica para que los propietarios se animen masivamente a poner sus viviendas en el mercado del alquiler, obligando así a bajar voluntariamente los precios empujados por la competencia.