Al rentar una propiedad, es fundamental que tanto el propietario como el inquilino estén al tanto de sus derechos y responsabilidades para prevenir posibles conflictos o malentendidos. En este artículo, abordaremos específicamente los derechos del arrendador, quien, además de ofrecer una vivienda en condiciones adecuadas, cuenta con diversas garantías legales que protegen su inversión y aseguran que el contrato de arrendamiento se respete según lo acordado.
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece estas normas, con el objetivo de mantener un equilibrio entre ambas partes.
Derecho a recibir la renta pactada
El propietario tiene derecho a cobrar la renta acordada en el contrato de alquiler, y el inquilino está obligado a pagar puntualmente en la forma y fechas establecidas. En línea con el artículo 17 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), salvo que se acuerde lo contrario, el pago debe ser mensual y realizarse en los primeros siete días de cada mes.
Si el inquilino incumple con el pago, el arrendador tiene la opción de tomar medidas legales para exigir el abono de las cantidades pendientes y, en última instancia, iniciar un proceso de desalojo.
Derecho a que el inquilino cumpla con sus deberes
Es responsabilidad del inquilino utilizar la vivienda de manera apropiada, respetar las normas de convivencia y hacer un uso responsable de las instalaciones y elementos del inmueble. Si estas obligaciones no se cumplen, el propietario tiene la facultad de exigir su cumplimiento o incluso de rescindir el contrato de arrendamiento.
El artículo 27 de la LAU establece que el arrendador puede dar por terminado el contrato en las siguientes situaciones:
- Impago de la renta o de otros cargos que el inquilino haya asumido.
- Falta de pago de la fianza o de su actualización.
- Subarrendar o ceder el inmueble sin autorización del propietario.
- Realizar daños intencionados en la propiedad o efectuar obras sin el consentimiento necesario del arrendador.
- Realizar actividades molestas, insalubres, peligrosas, nocivas o ilícitas en la vivienda.
- Destinar la vivienda a un uso diferente al de residencia principal del inquilino o de quienes la ocupen conforme a lo dispuesto en el artículo 7 de la LAU.
Estos derechos y normas buscan garantizar que el arrendador pueda proteger su propiedad y asegurar el uso adecuado del inmueble.
Derecho a actualizar la renta
El propietario puede ajustar la renta según el contrato y siguiendo indicadores como el IPC, siempre que esta posibilidad esté reflejada en el contrato o en un anexo firmado por ambas partes.
Derecho a recuperar la propiedad
Al terminar el contrato, el propietario puede recuperar su vivienda respetando los plazos de preaviso y las condiciones de la LAU. En ciertos casos, como necesidad personal o familiar, puede hacerlo antes de tiempo, cumpliendo los requisitos legales.
Acceso del propietario a la vivienda alquilada
El propietario no puede ingresar libremente a la vivienda alquilada; solo puede hacerlo con el consentimiento del inquilino y en casos justificados, como reparaciones urgentes.
Aumento de renta por subarriendo o cesión
Si el inquilino subarrienda parcialmente, el propietario puede aumentar la renta un 10%; en caso de subarriendo total o cesión del contrato, el aumento puede ser del 20%.