La opción del aval en la compra de una vivienda consiste en respaldar la misma con otra propiedad, como puede ser un bien inmobiliario. El solicitante de la hipoteca puede ser el dueño de esta vivienda que va a servir como garantía, aunque también puede pedírselo a otra persona.
Quienes ya son propietarios de una casa y quieren acceder a una segunda residencia pueden elegir esta alternativa. Por lo tanto, si la primera vivienda está hipotecada no puede utilizarse como aval.
Asimismo, si queremos solicitar una hipoteca para segunda vivienda, el proceso será idéntico al de un préstamo para vivienda habitual. No obstante, sus condiciones suelen ser algo distintas, pues para el banco es más arriesgado concederlas.
Conseguir una hipoteca para segunda vivienda es más sencillo si la casa en la que vivimos es de nuestra propiedad y no tiene cargas. Pero, para el caso de que nuestra actual residencia esté hipotecada, nos encontramos con tres opciones:
1.- Pedir una segunda hipoteca y pagar dos préstamos: de este modo, abonaríamos dos mensualidades a la vez. Lógicamente, deberemos tener la suficiente capacidad económica para hacer frente a los pagos, pues, en caso contrario, no obtendremos la aprobación.
2.- Ampliar la actual hipoteca para comprar la segunda vivienda: consistiría en hacer una novación para obtener el dinero suficiente para comprar la nueva casa y añadir esa propiedad como garantía adicional del préstamo. De este modo, solo pagaríamos una sola cuota. – Pedir un nuevo préstamo hipotecario con dos garantías: también podríamos contratar una hipoteca que nos permitiera cancelar la existente y adquirir la otra vivienda.