Las comunidades de viviendas cada día tienen un mayor número de vecinos, por lo que resulta prácticamente imposible conocerlos a todos y los intrusos pueden moverse con libertad por la finca como si fuesen un propietario más. Los puntos de acceso más vulnerables en las Comunidades de Vecinos son:
- Portales y accesos peatonales
- Puertas de garaje
- Ventanas de las viviendas
- Azotea comunitaria
Hoy queremos aprovechar la ocasión para presentarte una serie de consejos para proteger estos puntos vulnerables.
Puerta de seguridad en azotea: existen comunidades de vecinos que realizan inversiones muy importantes en las puertas de acceso a portales, pero descuidan por completo la puerta de acceso a la azotea pensando que nadie accederá por “las alturas”. Es conveniente cuidar la seguridad de este acceso ya que en algunos casos la accesibilidad será sencilla desde edificios colindantes.
Instalar un buzón para publicidad en el exterior: de esta manera se evita que los carteros comerciales -Caballo de Troya de los cacos en algunos casos- accedan a la Comunidad de Vecinos. Será un filtro para el fácil acceso y además se evitará que los buzones se llenen de publicidad intrusiva.
No abrir a desconocidos desde el portero automático: en la mayoría de los casos, los intrusos acceden a la comunidad sin necesidad de forzar la puerta. En toda comunidad existe el vecino que abre desde telefonillo incluso sin preguntar. ¡Desconfía! No se sabe a quién se da acceso cuando abrimos el portal. La instalación de videoporteros ayudará a identificar a aquellas personas que quieran acceder al interior de nuestra comunidad de propietarios.
Prestar atención a las marcas o signos en las fachadas: en algunas ocasiones, los grupos organizados suelen señalar las casas que posteriormente van a asaltar. No es cuestión de jugar al CSI pero sí de prestar atención a estos detalles que pueden evitar un susto.
Evitar elementos de fácil escalo en la fachada de la finca: andamios, marquesinas y otros elementos, pueden facilitar que los cacos accedan a las viviendas de la finca con suma facilidad. Estos elementos deben eliminarse en la medida de lo posible y en caso de que no resulte posible, se deberán extremar las medidas de seguridad con sistemas anti intrusión y otras soluciones de seguridad.
Incrementar la iluminación en zonas comunes: los ladrones se sienten muy cómodos “trabajando” en la oscuridad. Una buena iluminación -sobre todo si se activa con el movimiento- crea un sensacional efecto disuasorio.
Asegurarse de dejar las puertas bien cerradas: al entrar o salir de la finca, sea por las puertas peatonales o por la puerta del garaje, hay que asegurarse que éstas quedan bien cerradas y de que no entran desconocidos con nosotros o detrás de nosotros. Los intrusos no llevarán antifaz o pasamontañas, se harán pasar por técnicos, repartidores o carteros comerciales para pasar desapercibidos.
Apostar por las últimas soluciones de seguridad para comunidades de vecinos: existen soluciones de seguridad específicas para comunidades de vecinos que integran sistemas de videovigilancia, control de accesos y sistemas anti intrusión, permitiendo, entre otras funciones, aviso por puerta abierta, detección de puerta forzada, detección de mandos robados, apertura de puertas en remoto, pulsador SOS etc. permitiendo blindar todos los accesos de la comunidad.