¿Tienes a un bebé en casa? Si es así, te interesa esto. ¿No lo tienes? Bueno, te interesa igualmente leer esto. Puede servirte también por si quieres aislar de la acústica de la calle tu casa o bien aislarla de los llantos del bebé del vecino.
Lo primero a tener en cuenta a la hora de aislar una habitación es la ventana. Por ahí entra mucho ruido y, también, la temperatura exterior. El PVC es el mejor material para aislar esta parte de la habitación, aunque no es la única opción ni la más barata. Este material es muy fácil de mantener y es duradero. Es un amortiguador natural del sonido. Lo único que hay que vigilar es que sea un PVC de calidad, que no contenga plomo o cadmio, ya que sería peligroso para el bebé.
Otras opciones para insonorizar las ventanas son la espuma de poliuretano, lanas de roca o vidrio y la celulosa.
En cuanto a las paredes, ¿cómo podemos aislarlas? Podemos colocar estanterías con libros, que absorben mucho mejor el sonido que la propia pared. También podemos colocar una falsa pared de pladur o corcho, como en los antiguos estudios radiofónicos. Estos recursos, además de aislar, evitan que haya tanto eco en la estancia y que el sonido sea más puro, moleste menos en la propia habitación.
También podemos utilizar la pintura aislante, un recurso que inventó nada más y nada menos que la NASA. Está compuesta por una resina especial y otros filtros que reducen en sonido hasta en un 30%.
Por último, ¿cómo podemos aislar el suelo? Tal vez los vecinos que más ruido hacen son los del piso de abajo. Pues para eso también hay una solución sencilla: alfombras. Si colocas una, a parte de decorar y hacer más acogedora la habitación, estás aislando del ruido.
Seguro que se nos escapa alguna manera de aislar la casa, pero estas son efectivas y asequibles. ¿Se te ocurre alguna forma mejor?
Fuente: Vivienda Saludable y Consumer.es
Imagen: Cómo te lo cuento.