Si estás pensando en vender tu vivienda con ayuda profesional, es importante tener en cuenta los gastos asociados, entre ellos los honorarios de la agencia inmobiliaria. Este coste puede parecer elevado a primera vista, pero suele incluir numerosos servicios que simplifican el proceso y te ahorran tiempo, gestiones y preocupaciones. En esta guía te explicamos cuánto suele cobrar una inmobiliaria, qué servicios entran en ese precio, quién debe pagarlos y en qué momento.
¿Qué se entiende por comisión inmobiliaria?
La comisión de una inmobiliaria es el importe que cobra un agente o empresa por encargarse de la venta (o alquiler) de una propiedad. Su cuantía depende de varios factores: el valor del inmueble, los servicios incluidos, la experiencia del profesional y la política de cada agencia. Es fundamental que el importe de estos honorarios quede por escrito en el contrato de encargo de venta firmado entre ambas partes.
¿Cuál es el porcentaje que cobra una inmobiliaria por vender un piso?
En términos generales, las agencias tradicionales cobran una comisión que ronda el 5% del precio de venta. Sin embargo, esta cifra puede variar. En viviendas estándar suele moverse entre el 3% y el 7%, y en propiedades de alto standing puede llegar incluso al 10%. La variación depende, en gran medida, de los servicios que incluya la agencia. Aquí algunos ejemplos que influyen directamente en el coste:
Preparación del inmueble para la venta: Algunas agencias ofrecen servicios como home staging, fotografías profesionales, vídeos promocionales o visitas virtuales, lo que ayuda a mejorar la presentación del piso y atraer a más compradores. Otras, por el contrario, optan por una gestión más básica.
Organización de visitas: La programación de citas, la atención personalizada y el acompañamiento a los interesados son tareas que algunas inmobiliarias gestionan con alto nivel de profesionalidad, marcando una clara diferencia en la experiencia del cliente.
Asistencia legal y administrativa: Muchas agencias se encargan de redactar y tramitar el contrato de arras, el contrato de compraventa y todos los documentos necesarios (como certificados, impuestos, etc.). Cuanto más compleja sea la operación, más probable es que los honorarios aumenten por la necesidad de un mayor respaldo jurídico.
En definitiva, el porcentaje de comisión depende tanto de la agencia como del tipo de servicio que contrates.
¿Quién debe pagar la comisión inmobiliaria?
No existe una norma legal que determine de forma rígida quién está obligado a asumir el coste de la inmobiliaria. Lo más habitual es que sea el vendedor quien pague estos honorarios, ya que es quien contrata el servicio. En estos casos, es frecuente que al comprador no se le aplique ninguna comisión adicional.
¿Puede una inmobiliaria cobrar al comprador?
Sí, es completamente legal que el comprador pague una comisión, aunque no es lo más común. Esto puede suceder cuando es el propio comprador quien solicita a una agencia que le ayude a encontrar una vivienda con unas características concretas. También es posible que, por acuerdo entre el propietario y la agencia, se decida trasladar la comisión al comprador, siempre que quede reflejado en el contrato.
¿En qué momento se paga la comisión?
Generalmente, la comisión se abona cuando se formaliza la compraventa, es decir, en el momento de la firma ante notario. No obstante, hay agencias que prefieren repartir los pagos en distintas fases: por ejemplo, una parte al firmar el contrato de arras y el resto una vez cerrada la venta de forma definitiva.
¿Qué servicios incluyen los honorarios de una inmobiliaria?
Para justificar sus tarifas, una buena agencia debe ofrecer un conjunto de servicios que faciliten la operación de venta. Entre ellos se encuentran:
- Captación y cualificación de compradores interesados
- Publicación y promoción de la propiedad
- Asesoramiento sobre el precio de salida
- Valoración y estudio de mercado
- Desarrollo de un plan de marketing personalizado
- Organización y realización de visitas
- Acompañamiento durante todo el proceso de compraventa
- Redacción de contratos y documentación legal
- Gestión de trámites como nota simple, certificado energético, etc.
Además, si firmas un contrato en exclusiva con una agencia, tienes derecho a rescindirlo si no cumplen con lo prometido o no están desempeñando correctamente sus funciones.
Fuente «Idealista«