A nivel de vivienda existen una serie de certificados que son obligatorios. El no tener este tipo de certificados puede conllevar una serie de problemas y multas.
En este sentido, uno de esos certificados (y se podría decir que de los más importantes) es el certificado de instalación eléctrica.
¿Qué es el certificado de instalación eléctrica?
Este certificado es un documento que acredita que la instalación eléctrica de un inmueble está bien y que puede haber suministro de electricidad en dicha vivienda.
Al tratarse de una certificación oficial debe ser expedido por una empresa instaladora o por un técnico que cuenten con la autorización para ello. En última instancia, la distribuidora tiene la autoridad de certificar si ese documento es correcto y si se ajusta a las especificaciones citadas en la normativa.
Obligatoriedad de este certificado
- Alta de suministro vivienda obra nueva
- Certificado caducado
- Modificación de potencia por encima de la aprobada por el CIE
- Cambio de instalación trifásica a monofásica
- Petición especial de la distribuidora por características de la instalación
Normativa vigente en instalaciones eléctricas de alta y baja tensión
La ejecución de instalaciones eléctricas en diferentes tipos de obras se deben regir por una serie de normas establecidas en relación a dicha materia. Se trata de la legislación que debe cumplirse en el momento en el que se vaya a acometer una instalación eléctrica, ya sea de alta tensión o de baja tensión.
A nivel de vivienda o locales comerciales, estaremos hablando de instalaciones eléctricas en baja tensión.
Las instalaciones eléctricas de baja tensión se rigen por el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT) y sus Instrucciones Técnicas Complementarias (ITC) BT 01 a BT 51, de acuerdo con el Real Decreto 842/2002, de 2 de Agosto, y modificado por la Ley Ómnibus R.D. 560/2010, de 7 de Mayo.
El REBT define las mínimas condiciones técnicas y las garantías que deben poseer las instalaciones eléctricas que se conectan a una fuente de suministro general y que garanticen un buen funcionamiento de dichas instalaciones.
Estas normativas tienen como objeto la seguridad de las personas y los bienes, así como la fiabilidad técnica de las instalaciones y la evitación de cualquier perturbación que pueda ocasionarse. Además, también se debe tener en cuenta la eficiencia energética de dicha instalación, aunque en este sentido existe otro certificado.
Otras normativas para instalaciones eléctricas son las Guías Técnicas de aplicación del REBT y el Reglamento de Eficiencia Energética en Instalaciones de Alumbrado Exterior (REAE), así como las Instrucciones Técnicas Complementarias EA-01 a EA-07.
¿Qué pasa si no poseo este certificado?
El peor problema que te puede acarrear el no poseer este certificado es no poseer suministro eléctrico en la vivienda, ni poder realizar cualquiera de las actividades arriba explicadas, como una modificación de potencia o d tipo de instalación.
Sin embargo, el mayor problema viene de poseer un certificado expedido por un técnico no cualificado. En este caso, el peor parado será el técnico que haya realizado dicho “certificado” y que podrá hacer frente de multas de hasta 6.000 euros. En caso de que el usuario fuera consciente de este hecho, y por ello cómplice, también conllevaría el pago de una multa por ello.