En un momento tan delicado como el que vivimos ahora con la pandemia del COVID-19, pasar un buen rato con nuestros familiares o amigos es, más que nunca, una herramienta necesaria para desconectar de la rutina y sentirnos bien. Además, ahora que el verano ya está aquí y están permitidas las reuniones en espacios privados, estos encuentros serán más comunes.
No hay que olvidar que las autoridades sanitarias continúan recomendando que nos veamos con nuestros seres queridos al aire libre para reducir el riesgo de contagio, con lo que una barbacoa en el jardín o terraza se convertirá en el plan perfecto durante los próximos meses. Aunque antes de llevarlo a cabo hay que asegurarse de que está permitido por nuestra comunidad de vecinos.
Los vecinos tienen la última palabra
En áreas recreativas está prohibido hacer fuego, sin embargo no existe una normativa que especifique si podemos hacerlo en nuestra vivienda. Solo será necesario pedir permiso al Ayuntamiento si quieres instalar una barbacoa de obra que pueda modificar la fachada. En el resto de casos no habrá problemas con la administración. No obstante, sí puede haberlos con los vecinos, ya que el artículo 7.2 de la Ley de Propiedad Horizontal establece que “al propietario y al ocupante del piso o local no les está permitido desarrollar en él o en el resto del inmueble actividades prohibidas en los estatutos, que resulten dañosas para la finca o que contravengan las disposiciones generales sobre actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas”.
Esto quiere decir que los vecinos, a través del presidente de la comunidad, podrá pedirte no hacer barbacoas si les resulta molesto o consideran que es peligroso, incluso pueden iniciar trámites legales para acabar prohibiendo esta acción expresamente en los estatutos. En definitiva, tendrás permitido hacer barbacoas en terrazas, jardines o balcones si tus vecinos así te autorizan.
Consejos para evitar el humo
El humo puede ser el principal inconveniente para que los vecinos nos permitan hacer una barbacoa en la terraza o el balcón, especialmente si vivimos en una planta baja o intermedia, ya que puede resultar muy molesto para los que viven arriba. Afortunadamente, este problema tiene solución si usamos la parrilla adecuada. Existen dos tipos muy recomendables para estos casos:
– Barbacoas de carbón. Estas barbacoas tienen un diseño y un sistema de ventilación que permiten controlar la combustión de carbón, generando el calor necesario para cocinar y, evitar que la grasa o líquidos que puedan escurrir de la parrilla entren en contacto con el carbón o las brasas reduciendo así el humo que se produce.
– Barbacoas eléctricas. Esta opción es más económica que la anterior, aunque renuncies al toque que da el carbón a la comida. En este caso, la fuente de calor es una resistencia eléctrica que se encuentra entre la parrilla y un recipiente en el que hay que añadir agua para que las grasas no generen humo. Funcionan por cable, con lo que también es encesario asegurarse de tener un enchufe cerca o al menos un alargador. Existen diferentes tamaños y algunas de ellas son portátiles y desmontables.