Con la pandemia hay noticias que han pasado a un segundo plano una de ellas es el cambio climático y la transición energética.
Traducida esta tendencia a las comunidades de propietarios, no se busca exigir que se “se ajusten” a una transición “al precio que sea”, sino que lo hagan obteniendo los máximos beneficios. No hay que olvidar que las comunidades de propietarios en España destinan, aproximadamente, un 70% de su presupuesto anual a gastos energéticos (calefacción, climatización, agua caliente sanitaria, iluminación, ascensores…).
Instrumentos para adaptar las medidas
Entonces, en estos momentos, ¿qué tipo de instrumentos tienen las comunidades de propietarios para adoptar medidas de eficiencia energética que contribuyan a reducir su factura y a irse adaptando a la transición energética que está ya en marcha en toda Europa?
– Integración de energías renovables.
La aprobación en abril del 2019 del RD 244/2019 facilita que las comunidades de propietarios puedan instalar paneles solares fotovoltaicos para generar su propia electricidad (autoconsumo). En línea con lo anterior, la tendencia a sustituir los combustibles fósiles hace que otra energía renovable, la aerotermia, sea un complemento ideal de los paneles fotovoltaicos, ya que son equipos que funcionan con electricidad.
– Salas de calderas de alta eficiencia e Individualización de consumos.
En la Comunidad de Madrid es obligatorio realizar Inspecciones periódicas de Eficiencia Energética de instalaciones térmicas (calefacción, aire acondicionado y agua caliente sanitaria) de los edificios que tengan una potencia útil nominal superior a 70 kW. El resultado de estas inspecciones incluye recomendaciones y un diagnóstico señalando áreas de mejora. Las comunidades que decidan tomar medidas de ahorro energético, pueden beneficiarse de ayudas, como el Plan Renove Privado de Salas de Calderas, que incentiva la instalación en la región de calderas de condensación a gas que sean energéticamente eficiente u otras ayudas inminentes como el Plan Renove Público, Madrid 360º y las ayudas de IDAE. Con estas ayudas y los ahorros obtenidos el usuario no sólo no tiene que realizar ninguna derrama, sino que empezara a ahorrar desde el minuto uno.
–Telegestión: monitorización, control y optimización de instalaciones.
“Lo que no se mide no se puede mejorar” (Peter Drucker). Las empresas de mantenimiento que han evolucionado a Empresas de Servicios Energéticos (ESEs) ponen el foco en el ahorro energético, programando sistemas de contabilidad energética capaces de detectar alarmas energéticas y, de esa manera, identificar y corregir funcionamientos diferentes que generen un mayor gasto energético.
– Aprovechar actuaciones en la fachada (como por ejemplo pintar o enfoscar)
Esto mejorara el aislamiento térmico, ya que los gastos de andamiaje suele ser una de las partes más costosas de este tipo de actuaciones. Mejorando el aislamiento térmico se puede reducir la demanda energética del edificio hasta en un 50%.
– Iluminación eficiente.
Instalar luces led y/o sistemas de detección puede suponer un ahorro de un 60% en iluminación. También se puede estudiar la posibilidad de regular la potencia de luz en las zonas comunes.