10 claves para mejorar la eficiencia energética en la comunidad

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Reducir el dispendio es una demanda habitual en las juntas de propietarios. A la hora de repasar los gastos anuales, siempre se plantea la cuestión de cómo ahorrar en el presupuesto del próximo año. Un estudio realizado por la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid (FENERCOM) confirma que la calefacción es el consumo principal en las comunidades de vecinos con un 55%, seguido por la iluminación, con un 40%.

Según el Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid (CAFMadrid), controlando los servicios comunitarios como el ascensor, la calefacción o la iluminación la comunidad se podría ahorrar hasta un 20% del consumo energético anual. Estas son algunas medidas que se pueden tomar para mejorar la eficiencia energética de la comunidad y conseguir un ahorro interesante.

1. Auditoría energética
Realizar una auditoría energética de la comunidad sirve para evaluar los consumos energéticos y saber qué se puede modificar para ser más eficiente. Las empresas de servicios energéticos son las encargadas de analizar los contratos energéticos de las comunidades. “Las ESEs determinan qué fuentes de energía y equipos deben instalarse en función de las características de cada comunidad de propietarios. Se ocupan del mantenimiento y la gestión de las instalaciones, de modo que los usuarios disfruten del mayor confort con el mínimo consumo energético posible”, explica Carlos Braojos, director de producción de Remica.

2. Sistemas centralizados
Es fundamental ajustar el funcionamiento de los sistemas centralizados con un buen mantenimiento preventivo, con los equipos más eficientes o mediante el ajuste del confort, horarios y gastos comunes. “Los principales costes vienen derivados del consumo de calefacción, climatización o agua caliente sanitaria. Una familia media puede gastar según la zona geográfica entre 800 y 1.500 euros al año en calefacción o climatización. Si un usuario pudiera conocer en tiempo real su consumo y coste y compararse con sus vecinos, su consumo se reduciría en casi un 10%”, explica Luis Mª Sánchez, director ejecutivo del Grupo Simec.

3. Individualización del consumo
El Real Decreto que transpone la Directiva 2012/27/UE sobre eficiencia energética establece “la obligatoriedad, a partir del 1 de enero de 2017, de la contabilidad individualizada de consumos de todas las instalaciones térmicas de edificios que cuenten con una instalación centralizada”. Esto obliga a instalar contadores individuales para medir el consumo de calefacción, refrigeración y agua caliente en cada vivienda para evitar el derroche de energía.

Esta medida afecta a 1,7 millones de hogares con calefacción central que deberán modificar sus instalaciones si no quieren ser sancionados. Según el sistema de calefacción central sea por columna o anillos, se deberán instalar contadores individuales o repartidores de costes de calefacción para que cada vivienda pague de acuerdo a su consumo real y no por metros de la vivienda.

“La individualización del consumo es fundamental porque cada vecino paga por lo que consume y, en consecuencia, se gestiona mejor la demanda energética. En instalaciones de calefacción centralizadas se puede conseguir un ahorro de entre un 20% y un 30% en el gasto energético. La experiencia demuestra que, al ser conscientes de que pagamos por lo que consumimos, los usuarios hacemos un uso más racional de la calefacción” según Braojos.

4. Calefacción y agua caliente sanitaria
Este gasto supone más del 60’% del consumo total debido a la “obsolescencia de las instalaciones existentes y el derroche de energía por la falta de control y de regulación de la temperatura”, puntualiza Braojos. Para solucionar este excesivo gasto se pueden instalar “sistemas renovables como la biomasa o la energía solar térmica, calderas de alta eficiencia, variadores de frecuencia para bombas de circulación, aislamientos de tuberías o conductos y la instalación de equipos de medida y control que permitan controlar la evolución y comportamiento de una instalación”, detalla Sánchez.

5. Iluminación
Conseguir un sistema de iluminación más eficiente implica instalar sistemas de detección de personas y temporizadores o programar el encendido de luces por zonas, evitando encender toda la escalera al mismo tiempo. “Después de aplicar estas medidas es recomendable sustituir las luminarias por otras más eficientes como pueden ser la tecnología LED”, matizan en Grupo Simec. Sin olvidar algo tan sencillo como limpiar las lámparas, pues el polvo acumulado puede hacer perder un 10% de iluminación.

6. Certificado energético comunitario
A pesar de que el certificado de eficiencia energética incluye información sobre las características energéticas del edificio y recomendaciones para mejorar la eficiencia energética del mismo, las comunidades de propietarios apenas lo solicitan. Sin embargo, las empresas energéticas calculan que las comunidades podrían rebajar en un 25% la factura energética gracias a las recomendaciones del certificado energético.

7. Ascensor
El consumo de luz dentro del ascensor puede reducirse si se instalan sistemas de detección de personas o de encendido de la luz cuando se pone en marcha el ascensor. Además, se pueden adoptar otras medidas como la instalación de mecanismos de maniobra selectiva para que solo se active el ascensor más cercano al piso requerido.

8. Aislamiento
La mayoría de los edificios residenciales construidos en los años 50 y 60 carecen de sistemas de aislamiento, lo que facilita el derroche de energía. Si se mejora el aislamiento térmico del edificio se puede reducir la necesidad de calefacción en un 40% en invierno, y evitar por completo la necesidad de aire acondicionado en verano. “Los sistemas de calefacción o de climatización eficiente son menos efectivos si existe un mal aislamiento de la estructura del edificio, porque el confort se pierde a través de paredes, ventanas y puertas”, comentan desde Remica.

9. Ahorro y amortización
Con la adopción de medidas activas el potencial de ahorro de una comunidad puede llegar al 50%, “aunque varía si el edificio dispone de sistemas comunitarios, y pueden amortizarse entre cinco y ocho años”, matizan desde el Grupo Simec. “Si hablamos de medidas pasivas o procesos de rehabilitación, los ahorros pueden llegar al 25% de los consumos actuales”, añaden.

10. Concienciación
Existe una falta de concienciación en las comunidades sobre los beneficios que genera la eficiencia energética a la comunidad. “Muchas comunidades solo se preocupan de bajar el precio sin utilizar esos ahorros económicos para reducir consumo que a la larga hará el sistema más sostenible” según Sánchez. En general, las comunidades de propietarios se plantean renovar las instalaciones térmicas cuando han llegado al final de su vida útil, sin reparar en los beneficios que reporta mejorar la eficiencia energética de las instalaciones.

“El ahorro energético compensa la inversión a realizar, mejora el confort de las viviendas y, además, contribuye a disminuir la emisión de gases contaminantes”, matiza Braojos. Desde la Administración también se promueve la eficiencia energética de las comunidades de vecinos. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) suele hacer campañas periódicas en los medios de comunicación para promover el ahorro de energía en las comunidades y hablar de las ayudas disponibles para llevar a cabo diferentes actuaciones.

Noticia de pisos.com